domingo, 19 de octubre de 2008

SIKHISMO Y EL TABACO

Sikhismo y el Tabaco
por Bikramjit Singh Dhillon

En el Sikh Dharma prohibe fumar y utilizar drogas, y el uso del tabaco está listado como una de las cuatro transgresiones (Kurahits) en el Rehit Maryada (Código de conducta). El Rehit Maryada Sikh fue conformado por un eminente comité de Sikhs expertos. Muchos de mis amigos occidentales están sorprendidos de que el Sikh Dharma explícitamente prohibe el uso del tabaco, esto puede ser porque no existe la prohibición del tabaco en otras religiones.

El tabaco comenzó a fumarse alrededor del año 100 a.C. por las tribus nativas de América y los europeos empezaron a tener contacto con él cuando Colón descubrió ese continente. Durante los dos siglos siguientes el tabaco fue esparcido a todo el mundo conocido por los europeos. Es interesante notar que el tabaco era pagado como sueldo al clero Inglés alrededor del año 1750. Los portugueses llevaron el tabaco a la India durante el siglo XXVII. Era cambiado en los negocios de los portugueses en la costa oeste de la India. Durante el tiempo de Guru Gobind Singh, el uso de tabaco ya se había hecho común entre los nobles mughales.

Puede parecer extraño, para personas de otras religiones, el hecho de que el Sikh Dharma tenga una posición anti tabaco tan estricta; la razón es que el fumar está plasmado como prohibido por todos los escritores Sikh quienes fueron contemporaneos del décimo Guru. De acuerdo con esos escritos, una vez Guru Gobind Singh estaba cabalgando en compañía de sus Sikhs cuando repentinamente detuvo su caballo y después de desmontar, procedió a quitar una planta de tabaco. Los Sikhs le preguntaron al Guru el porqué había quitado esa planta y él contestó que los Sikhs deben evitar el alcohol porque éste destruye una generación, sin embargo, el tabaco no destruye una sino muchas generaciones. El Guru prohibió a sus Sikhs usar tabaco. Muchos escritores europeos que estubieron cerca de los Sikhs alrededor de 1780 estaban perplejos con el asunto, no podían creer que el tabaco estubiera prohibido para los Sikhs y que Hindúes, Musulmanes e ingleses sí lo usaran. De todas las naciones que habían visitado esos escritores, únicamente los Sikhs tenían una disciplina religiosa en contra del tabaco.

Hasta los años 50 los gobernadores motivaban a la gente para que fumara, de esa forma ellos podían adquirir impuestos. Pero cuando Morton Levin publicó en 1950 su estudio sobre la conexión entre el cáncer de pulmón y el fumar, los gobernadores tomaron nota. De acuerdo con un reporte de la Organización Mundial de la Salud en 1995, el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en hombres. El fumar causa aproximadamente tres millones de muertes alrededor del mundo y si continúan esas tendencias causará 10 millones de muertes al año para el 2020. El fumar causa aproximadamente el 20.5% de todas las muertes en los países desarrollados. Esas estadísticas son escalofriantes.

Los efectos del fumar no están limitados a los fumadores únicamente sino a todos aquellos a su alrededor. Familia, amigos e incluso completos extraños alrededor de los fumadores, sufren los efectos. Fumar durante el embarazo está ligado al síndrome de muerte súbita infantil, bronquitis, neumonía y alto riesgo de aborto. (El Guru dijo que el tabaco destruye muchas generaciones).

Además de los efectos en la salud, el fumar también requiere de una gran parte del presupuesto familiar, a veces hasta un 20% cuando ambos padres fuman. El fumar se está incrementando en los países desarrollados entre las personas que no pueden darse el lujo de tomar ese hábito. Hay más de 1.1 billones de fumadores alrededor del mundo, un 17% de la población total y se fuman cerca de 6000 billones de cigarros cada año. De acuerdo a esos estimados, cerca de 300 billones de dólares se gastan en ese hábito, de los cuales 100 billones son gastados en los países desarrollados. Ese derroche se da sobre todo entre las familias que viven en los barrios bajos y que son incapases de mejorar su situación debido a la fuga de sus recursos causada por el tabaco.

Los Sikhs han escapado de los efectos de esa planta y la abstención de fumar entre los Sikhs ha sido notada por muchos escritores occidentales que han visitado India. Hoy, los Sikhs se pueden maravillar con la previsión de su Gran Guru Gobind Singh, quien previó las miserias que se derivarían de la planta de tabaco y quien sabiamente instruyó a los Sikhs para que se mantuvieran lejos de ella. Tal previsión, de hecho, fue realizada por un profeta que realizó a Waheguru.