domingo, 1 de noviembre de 2009

EL VERDADERO GURU: EL SEÑOR DE LOS YOGUIS


GURU NANAK VISITA A
MAHADEV SHIVA Y SUS DISCIPULOS

Nanak prosiguió su camino y cruzando la cuenca del Ganges llegó a las faldas de los Himalayas. Después de varios días de viaje ascendió al monte Sumeru, donde se hallaba la residencia del Señor Shiva. Y allí en medio de fastuosos jardines colgantes, envueltos
en una atmósfera celestial, los yoguis conversaban sentados alrededor del Mahadev
Mahesh.
El Baba llegó ante su presencia y pronunciando una salutación se sentó.
Los Siddhas3 le dieron entonces una caja pequeña y redonda y le dijeron:
-Oh, hijo del Kali- Yuga, llénala de agua y tráela.
Nanak fue a llenar la caja. Cuando la puso en el agua, diamantes y perlas comenzaron a
caer en ella. Y el Baba viendo el extraño encantamiento, la hizo añicos contra el suelo y
luego la recompuso.
El hechizo fue quebrado y Nanak, llenando la caja de agua, se la ofreció a los Siddhas.
Todos bebieron y quedaron saciados y sorprendidos. Luego Mahadev le preguntó:
- ¿Nanak, no te gustaría convertirte en un yogui y volverte Inmortal ?
-¿Cuál es su forma de vida? -inquirió el Baba.
Shiva contestó:
-Su forma de vida es el pendiente, la manta remendada, el zurrón, el palo, el tridente y
el sonido emitido en el universo Nanak por toda respuesta cantó esta canción :
Si la Palabra del Guru calma mi mente
llevo la paciencia por pendiente
Si considero bueno todo lo que Dios ejecuta
fácilmente obtengo el tesoro del Yoga.
Los Siddhas, hondamente conmovidos por sus palabras, invitaron:
-Nanak, vente con nosotros a la montaña de Kailasa, todos los yoguis de la India están
allí reunidos.
- ¿A cuántas jornadas está? -preguntó éste.
-A tres días de viaje. Nosotros iremos a la velocidad del viento -respondieron los
yoguis.
-Id vosotros --dijo el Baba-, yo iré más tarde.
Los yoguis partieron con sus alados pasos y el Baba, en el vuelo de su voluntad, en un
momento se trasladó al Kailasa y se sentó a esperar bajo una higuera de las indias. Al
llegar los Siddhas se quedaron atónitos al verle.
La ceremonia empezó y cuando la copa de los yoguis fue pasada de uno en uno se la
ofrecieron también al Baba, quien preguntó lo que contenía.
-Es el jugo del soma, la bebida de los dioses; lleva azúcar crudo y flores del árbol de
Dhava6 -le contestaron éstos.
Nanak cantó entonces:
El licor celestial brota en mi interior
La copa de la vida regala mi lengua
El sabor de la eternidad deleita mi paladar
Es el Soma del Señor el que embriaga mi corazón.
Y los yoguis, postrándose ante él, dijeron:
-Gloria y alabanzas a ti, Señor.
Nanak, irguiéndose, dijo por toda respuesta:
-Gloria al Supremo Señor -y seguidamente abandonó el lugar.


Copyright © 2009 Sikh Dharma Bhaibandi, All Rights Reserved, Derechos Registrados