VISITANDO AMRITSAR LA CIUDAD SANTA DEL SIKHISMO
Amritsar es la ciudad sagrada del Sijismo, hogar de importantes monumentos religiosos que recuerdan el esplendor de su pasado y la gran significación cultural que conserva en nuestros días.
Su principal atractivo es el Templo Dorado, construido por el gurú Arjun Dev en el corazón de un espejo de agua artificial al que se le atribuyen poderes curativos milagrosos. Se trata del más sagrado de todos los templos sijistas.
Jallianwala Bagh es otra de las principales vistas. Se trata de un monumento nacional, homenaje que recuerda la masacre acaecida el 13 de abril de 1919. Aún pueden verse allí las marcas de los disparos que causaron la muerte de cientos de personas.
Como decíamos, el Templo Dorado es el más importante de los lugares a visitar en Amristar. Es un sitio de peregrinaje para los sijistas de todo el mundo, que llegan hasta allí para purificar sus espíritus en las aguas que rodean al edificio.
Otro de los destacados templos que se encuentran en esta ciudad es el Templo de Durgiana, en las afueras de la muralla de la antigua ciudad, cerca de la puerta de Lohagarh. Como su nombre lo indica, fue dedicado a la diosa Durga, y es también un centro de peregrinaje en Amritsar pero para los devotos de la religión hindú.
Un capítulo más oscuro y reciente de la historia de la ciudad está representado en el memorial conocido como Jalianwala Bagh, que conmemora la masacre de 1919, cuando un general británico de apellido Dyer envió a fusilar a 2 mil personas inocentes y desarmadas. Una llama eterna representa la memoria de los mártires.
Otros sitios imperdibles de Amritsar son la Torre de Baba Atal Rai, el jardín de Ram Bagh, la mezquita de Fatehabad y el cercano Santuario de Vida Silvestre Harike.
El lugar más importante del Sijismo, el Templo Dorado
El Templo Dorado, también conocido como el Templo de Dios o Darbar Sahib, es la mayor atracción de la ciudad de Amritsar, en el estado de Punjab, y el lugar de mayor importancia dentro del Sijismo, religión que salió del conflicto entre las dos más importantes en la India, el Hinduismo y el Islam.
Este lugar es un impresionante complejo que siempre está lleno de miles de peregrinos que llegan de toda India, y que están absolutamente felices de estar en un sitio que usualmente sólo ven en televisión. Esta alegría puede llegar a ser contagiosa y a muchas de estas personas les hace mucha ilusión hablarles sobre su religión y costumbres a los turistas, e incluso mostrarles el Templo. Así que estando allí hay que dejarla timidez a un lado y disfrutar del ambiente.
Para entrar al Templo Dorado se requiere tener la cabeza cubierta y estar sin zapatos, y así se está listo para disfrutar uno de los lugares más grandiosos de India. El complejo está abierto casi las 24 horas del día, de 6 de la mañana a 2 de la madrugada, y se recomienda visitarlo dos veces, una en el día y otra en la noche, cuando está bellamente iluminado.
A medida que los turistas se van acercando al Templo, van siendo cada vez más acosados por los vendedores de bandanas y pañuelos para cubrir la cabeza y aunque sirven como un bonito souvenir, en la entrada del complejo hay un recipiente algunas gratis para escoger. Después hay que dejar los zapatos en la parte subterránea y lavarse los pies antes de entrar.
Lo primero que se ve al llegar allí es el Darshani Deori, que es la entrada principal y que tiene una famosa torre del reloj de estilo victoriano. Después está Amrit Sarovar que es la piscina gigante que rodea y refleja el templo, allí existen secciones para los peregrinos hombres que quieran darse un baño.
Flotando sobre Amrit Sarovar está Harmandir Sahib, que es el Templo en sí, que es el hogar de la Sagrada Escritura Adi Granth que es recitada en voz alta durante todo el día. Este es el lugar más lleno de personas de todo el complejo, accesible sólo por un puente a las orillas de la piscina y cuya entrada es regulada por guardias de seguridad.
Todos los sijs en algún momento de sus vidas deben trabajar como voluntarios en este Templo y cada una de las personas que se ven en las labores del complejo está cumpliendo esa tarea. Incluso muchas personas que no son de esa religión deciden quedarse trabajando como voluntarios en labores como pelar vegetales o lavando los platos.